Limpieza general de la computadora
Limpia
el gabinete o torre
1. Prepara
un área en donde puedas soplar polvo. Utilizarás aire comprimido y una
aspiradora para quitar la mayor parte del polvo de adentro de la computadora,
por lo tanto deberías preparar un área en donde puedas soplar polvo sin
preocuparte de ensuciar otras cosas. Una buena alternativa podría ser un
garaje, o una mesa de trabajo. También puedes ir afuera si no está lloviendo.
Trata de preparar una mesa
de modo que puedas acceder fácilmente a la computadora sin tener que agacharte
o déjala sobre el piso.
2. Reúne
los suministros. Vas a necesitar un destornillador Phillips, aire comprimido
(puede usar aire enlatado o un compresor), una aspiradora pequeña que pueda
introducirse en cavidades estrechas, un cepillo de dientes y alcohol
isopropílico al 99%.
No uses una aspiradora vieja
con punta de metal ya que por lo general no tienen una buena puesta a tierra y
podría dañar tus componentes. La mejor opción es una aspiradora de mano nueva
con manguera de plástico extensible.
El cepillo de dientes
debería ser nuevo y tener cerdas suaves.
3. Apaga
la computadora y desenchufa todos los periféricos. Apaga tu computadora y
desconecta todos los cables de la parte de atrás. Asegúrate de que el monitor,
todos los cables USB, los cables Ethernet, los de los parlantes y todo lo demás
esté desenchufado. Acciona el interruptor de la fuente de alimentación y quita
también el cable de alimentación.
4. Pon
la computadora de costado. Apoya la computadora sobre su costado, encima de tu
mesa o espacio de trabajo. Asegúrate de que los conectores de la parte de atrás
queden ubicados lo más cerca posible de la superficie. Estos conectores están
enchufados en la placa madre y pueden ayudarte a corroborar que el panel
lateral que vas a quitar sea el correcto.
5. Quita
el panel lateral. Quita los tornillos que mantienen en su lugar el panel
lateral. Puedes encontrar estos tornillos a lo largo de la parte posterior de
la computadora. Los gabinetes o torres más modernas tienen tornillos de
mariposa y puedes quitarlos sin usar herramientas. Sin embargo, si es viejo o
si los tornillos de mariposa están muy apretados, vas a necesitar un
destornillador.
Deja los tornillos por
separado para no perderlos.
6. Aspira
un poco el polvo para comenzar. Dependiendo de cuánto tiempo ha pasado y del
entorno donde haya estado, podrías encontrarte con un panorama bastante feo. El
polvo tiende a amontonarse y cubrir los componentes, así que el interior podría
estar cubierto por una delgada capa gris. Usa la aspiradora para hacer una
pasada por el interior, succionando las acumulaciones grandes de polvo que se
encuentren sobre los componentes y en las cavidades.
Cuando vayas a mover la
aspiradora por el interior, ten cuidado de no golpear alguno de los componentes
con la punta. Muchos de los componentes del interior son muy frágiles y si
doblas alguno de los pines o conectores podrías inutilizar el hardware.
7. Usa
el aire comprimido para soplar el polvo y quitarlo de las cavidades. Toma tu
lata de aire comprimido o tu compresor de aire y sopla las cavidades que sean
difíciles de alcanzar. Usa la aspiradora para ayudarte a reducir la cantidad de
polvo que se dispersa en forma de nube.
Evita hacer soplos largos y sostenidos.
Si lo haces, la lata se enfriará demasiado y no podrás sostenerla.
No soples aire comprimido en los
ventiladores. Si soplas en los ventiladores podrías hacer que giren más rápido
que la velocidad para la cual fueron diseñados y podrías llegar a dañarlos.
8. Limpia
los ventiladores con la aspiradora y con alcohol. Utiliza la aspiradora para
quitar las grandes cantidades de polvo de las aspas del ventilador. Sumerge en
alcohol el cepillo de dientes y cepilla el polvo que todavía esté adherido a
las aspas.
Podrías acceder a los ventiladores más
fácilmente si primero los quitas. Necesitarás quitar los tornillos que sujetan
el ventilador al chasis y luego desconectar el cable que une el ventilador con
la placa madre. Asegúrate de observar bien dónde estaba conectado el ventilador
de modo que puedas volver a conectarlo fácilmente cuando hayas terminado de
limpiar.
Asegúrate de volver a conectar el
ventilador en la misma dirección en la que estaba instalado originalmente. Los
ventiladores giran en una dirección y si la inviertes podría producir un impacto
directo en la refrigeración de tu computadora. La mayoría de los ventiladores
tienen una flecha impresa sobre la parte superior de la carcasa, que indica en
qué dirección giran.
9. Quita
los componentes para hacer una limpieza profunda. A pesar de que pasar la
aspiradora y quitar el polvo suele ser suficiente para hacer una limpieza
básica, sería mejor que quites los componentes individuales para hacer que
queden relucientes otra vez. Asegúrate de tener una puesta a tierra antes de
tocar cualquier componente interno. Cuando quites los componentes, ponlos sobre
una superficie antiestática, como por ejemplo madera o goma.
Puedes retirar la tarjeta gráfica
quitando los tornillos que la sujetan al gabinete, aflojando la solapa que está
debajo de ella y jalándola directamente con mucho cuidado. Es posible que
tengas que desconectar cables de alimentación para poder quitarla por completo.
Deja la tarjeta gráfica sobre la superficie de limpieza y usa el cepillo con
alcohol para quitar el polvo difícil de limpiar.
Si quitas el disco duro y las unidades
ópticas podría llegar a resultarte más fácil limpiarlos ya que a menudo se
quedan atascados en bandejas difíciles de alcanzar. Normalmente, para quitar
estas unidades debes abrir ambos lados del gabinete o torre de modo que puedas
alcanzar los tornillos que sujetan sus dos lados. La mayoría de las unidades
ópticas se pueden quitar jalándolas desde la parte frontal del gabinete una vez
quitados los tornillos.
Quitar el ventilador del procesador
(CPU) te permitirá limpiar las grietas del disipador de calor así como también
cepillar el polvo que hay en él. Los disipadores de calor pueden venir
sujetados en distintas formas así que asegúrate de leer el manual antes de
intentar quitarlos. Algunos requieren que quites un soporte que se encuentra en
la parte de atrás de la placa madre. Si quitas el ventilador del procesador,
deberás aplicar una nueva capa de pasta térmica en el CPU antes de volver a
colocarlo.
1 Limpia
el polvo de las parrillas. Dependiendo del gabinete o torre que tengas, puede
haber rejillas para los ventiladores y para permitir el flujo de aire. Usa el
aire comprimido para soplar desde adentro del gabinete hacia afuera y luego usa
un plumero para limpiar la parte exterior de la rejilla.
Limpia
el teclado
1. Desconecta
el teclado. Incluso si solo planeas pasar la aspiradora sobre el teclado,
probablemente sea una buena idea desconectarlo primero. Esto te ayudará a
reducir la probabilidad de que se produzca una descarga electrostática.
2. Usa
la aspiradora. Puedes hacer una limpieza rápida en tu teclado pasando la punta
de la aspiradora sobre las teclas. Presiona las teclas hacia adentro de modo
que puedas alcanzar todas las cavidades.
3. Sacude
el teclado sosteniéndolo al revés. Mantén tu teclado dado vuelta sobre una
superficie que sea fácil de limpiar o que no te importe ensuciar (por ejemplo,
afuera). Pasa tu mano sobre las teclas mientras sostienes el teclado al revés y
mientras lo haces, sacúdelo. Deberías ver cómo salen los pequeños residuos de
su interior.
4. Quita
las teclas. Si quieres hacer una limpieza profunda en tu teclado, necesitarás
quitar cada una de las teclas para poder limpiarlas y acceder a las partes
internas del teclado. Quitar las teclas es una tarea un poco tediosa, pero te
salvarás de tener que reemplazar el teclado si deja de funcionar.
Para quitar una tecla, debes
presionar hacia abajo la tecla que está frente a ella. Inserta un objeto plano,
como una llave de auto o un destornillador de punta plana, debajo de la tecla
que vayas a quitar. Con mucho cuidado, haz palanca sobre la tecla empujándola
hacia arriba hasta que se desprenda. Repite este proceso hasta que hayas
quitado todas las teclas.
Las barras espaciadoras
pueden ser difíciles de quitar, así que quizás sea conveniente dejarla así como
está.
Toma una foto del teclado
antes de quitar las teclas así tienes una referencia para darte cuenta
fácilmente de dónde debería ir cada una.
5. Desarma
el teclado. Una vez que hayas quitado todas las teclas, puedes apartar la
carcasa del teclado. Pon el teclado al revés y afloja todos los tornillos que
lo mantienen unido. Separa las distintas partes observando bien dónde va
conectada cada cosa.
Los teclados pueden
desarmarse de distintas formas y es posible que algunos directamente no puedan
desarmarse.
6. Lava
los componentes. Una vez que hayas desarmado el teclado, puedes comenzar a
lavar la mayoría de los componentes. Cualquier cosa que sea de plástico puede
ir en el lavavajillas o lavarse a mano. Las teclas pueden lavarse
individualmente a mano o puedes colocarlas en una canasta cerrada dentro del
lavavajillas.
La mayoría de los teclados
tienen un contacto de goma que funciona como resorte. Este contacto no es
eléctrico y puedes meterlo en el lavavajillas o limpiarlo con agua caliente y
jabón.
No laves nada que tenga un
circuito o tablero lógico y no laves ningún cable. Puedes limpiar a mano
alrededor de ellos usando alcohol y un cepillo.
7. Vuelve
a armar el teclado. Una vez que hayas lavado todo y lo hayas dejado secarse un
tiempo largo, puedes volver a armar todo. Arma nuevamente el teclado
asegurándote de poner todos los componentes en la misma forma en la que estaban
antes de separarlos. Observa la foto que tomaste de tu teclado para comprobar
el orden de las teclas.
Puedes volver a colocar las
teclas presionándolas directamente en su lugar correspondiente en el teclado.
Antes de poner cada cosa
nuevamente en su lugar, asegúrate de que todo esté completamente seco y frío.
Un poco de humedad podría arruinar el teclado cuando vuelvas a enchufarlo.
Limpia
el ratón
1. Desenchufa
el ratón. Antes de comenzar a limpiar el ratón, asegúrate de desconectarlo de
la computadora. Esto te ayudará a evitar dañarlo durante el proceso de
limpieza.
2. Limpia
los botones. Utiliza un paño o un cepillo humedecido con alcohol para frotar
los botones. Utiliza un palillo para pasarlo por el espacio entre los botones y
para quitar los residuos de allí dentro. Limpia todas las superficies que tocan
o rozan el ratón durante su uso.
3. Limpia
la lente. Dale vuelta al ratón y observa la lente que tiene por debajo. Sopla
los residuos excedentes con el aire comprimido y luego pasa un hisopo de
algodón humedecido con alcohol alrededor de la lente para quitar la mugre
adherida.
4. Limpia
los tapones de goma. La mayoría de los ratones tienen pequeños tapones en la
parte inferior. Estos permiten que el ratón se deslice sobre la almohadilla del
ratón. Usa un paño humedecido con alcohol para limpiar todo el polvo y los
residuos adheridos a los tapones. Limpia también la base del ratón.
5. Limpia
la almohadilla del ratón. Dependiendo de la almohadilla, es posible que tengas
una delgada capa de polvo y residuos en su superficie. La mayoría de las
almohadillas pueden lavarse en el lavavajillas, aunque también puedes lavarlas
a mano.
Limpia
el monitor
1. Apaga
el monitor. Asegúrate de que tu monitor esté desconectado de la computadora. De
este modo podrás evitar generar estática.
2. Limpia
el polvo con un paño seco. Utiliza un paño de microfibra o de otro material
suave para pasarlo cuidadosamente sobre la pantalla. No la piques en ningún
lugar ni trates de cepillar la mugre. Simplemente pasa el paño hacia adelante y
hacia atrás sobre la pantalla para recoger el polvo.
No uses toallas de papel,
papel higiénico o toallas faciales ya que por lo general son ásperos y podrían
dañar la pantalla.
3. Prepara
una solución limpiadora. Puedes comprar soluciones limpiadoras especializadas
pero también puedes preparar una tú mismo rápidamente y sin gastar demasiado
dinero mezclando agua destilada y vinagre blanco en una proporción de 50 y 50.
Humedece el paño o rocíalo con la solución y pásalo cuidadosamente a lo largo
de la pantalla[4].
Nunca rocíes la solución
limpiadora directamente sobre la pantalla ya que podría filtrarse hacia adentro
y dañar los componentes.
Evita usar soluciones
limpiadoras con amoníaco, como Windex, o alcohol etílico.
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